RESTAURACIÓN DE UNA PINTURA MURAL
Colectivo Tercerunquinto
28 Enero de 2011 - 17 Abril de 2011
Espacio de exhibición: Cubo
Curaduría: Taiyana Pimentel
Durante los días 18, 19 y 20 de diciembre del año 2010, el colectivo Tercerunquinto (Julio Castro, Gabriel Cázares y Rolando Flores), restauraron una “pinta política callejera” ubicada en San Andrés Cacaloapan, poblado perteneciente al municipio Tepanco de López, Puebla. Puntualmente, se trata de una postura artística radical enfrentada a las construcciones magnánimes asociadas al discurso del conocido “muralismo mexicano”.
Para Tercerunquinto la radicalidad consiste en desplazar la retórica muralista hacia un gesto básico y elemental de conservar una serie de pictografías callejeras que recogen un momento crucial de la historia contemporánea de México: la perdida del Partido Revolucionario Institucional en las elecciones presidenciales del año 2000.
Restaurar concienzudamente dicha pared, constituyó un eje central en el enfrentamiento crítico del colectivo hacia los principios modernos del muralismo mexicano. Se trató de utilizar la rigurosidad de las disciplinas de la restauración y conservación de valores patrimoniales, en pos de crear paralelismos históricos; es decir, conflictuar la capacidad discursiva grandilocuente de acción política y social enarbolada por los grandes del muralismo.
¿Desde dónde opera con mayor efectividad la construcción de memoria política y social, desde las pintas políticas callejeras o desde los recintos patrimoniales que conservan los reconocidos murales modernos?
Parafraseando la conocida frase del general Alvaro Obregón, Tercerunquinto plantea “no hay muro que resista un cañonazo político”. Generalmente, las pintas políticas están ubicadas en zonas periféricas, bien sean urbanas o rurales, ello equivale a zonas marginadas económicamente pero que, en términos cuantitativos, significa una mayoría de votantes en las elecciones políticas; también definen a un segmento de la sociedad con un nivel de educación básica –generalmente-, sensible a la imagen visual y a la posibilidad de recibir una remuneración económica a cambio del voto.
Así es que las “pintas callejeras”, se convierten en un concepto muralista realmente público y democráticamente abarcador, al tiempo que un reflejo de la actual sociedad mexicana.
Estas pintas y sus ubicaciones geográficas, constituyen una descripción de las disímiles realidades mexicanas; son el reflejo de ese binomio que define nuestra contemporaneidad: calma aparente-violencia latente.
Entre el 24 de enero y el 17 de abril del presente año, una parte importante del archivo fotográfico que Tercerunquinto ha recogido entre los años 2004 y 2010, será reproducido en las paredes del Cubo de esta Sala de Arte Público Siqueiros. Se trata de una reproducción mecánica y fidedigna de las pintas callejeras documentadas en distintas regiones del país. Para Tercerunquinto, dimensionar el “carácter local” de esta acción, significa tomar –además- una postura frente a las construcciones críticas globales.
Taiyana Pimentel
-Curadora-